se hizo la vida,
simple,
sin preguntar,
sin ecos,
penetró la luz al fondo de los mares y nacieron los peces,
habidos estos, no tardaron en llegar los aventureros de la tierra firme;
penetró la luz en los poros de la piedra y brotaron los ríos dulces con sus flores, los abetos, las secuoyas, los arces y los naranjos;
penetró la luz en mi retina y se hicieron carne mi cuerpo y, en el mismo instante, su cuerpo.
desde entonces estamos empeñados en hacer de nuestra existencia liliputiense,
un continuum de luces.
La arquitectura, cuestión de investigación - Jhohan Oporto
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Fuente
imagen: http://imagenes.montevideo.com.uy/imgnoticias/201201/_W620/350299.jpg
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Hace 8 años