Vi un velero ardiente atravesando la ciudad y esta madrugada lluviosa.
Yo quedé flotando sobre el oleaje de concreto.
A la deriva.
Frío.
Volverá, quizás.
Montado en otra tormenta, al alba.
Entonces, a su merced, me rescatará y arderemos hasta ser cenizas.
Yo quedé flotando sobre el oleaje de concreto.
A la deriva.
Frío.
Volverá, quizás.
Montado en otra tormenta, al alba.
Entonces, a su merced, me rescatará y arderemos hasta ser cenizas.
© Loris von Siebenthal
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